Publicada el: 26 abril 2022712 palabras3,6 min lectura

La importancia del marketing offline a pesar de los precios del papel, transportes y distribuciones postales.

Hasta hace unos años una de las únicas formas de hacer llegar nuestras comunicaciones a manos de nuestros posibles clientes era realizar envíos de mailings masivos, mailings personalizados, hacer buzones, enviando catálogos, revistas, promociones, etc. Acciones que apoyan al departamento comercial. Pero desde que la digitalización nos ha programado para creer que las redes sociales nos lo darán todo, todas las tiradas de revistas, catálogos, etc., se han visto reducidas de forma muy significativa. Pero esto no ha sido todo.

Las crisis económicas que hemos tenido que superar en los últimos treinta años, la de 1993-1995, la de 2008-2014, y la crisis provocada por la pandemia de Covid-19, nos han dejado detrás un mismo resultado: destrucción del tejido productivo, aumento del paro, reducción drástica de costes, etc. En consecuencia, tanto las grandes empresas como las pymes, al reducir costes, casi siempre el primer departamento que sufre una reducción del presupuesto previsto frente a una crisis empresarial suele ser el de marketing y comunicación. Y pensamos que quizás las redes sociales harán el milagro de mantener o aumentar clientes, pero la mayoría de empresas ven cómo normalmente esta creencia no se cumple.

Estrategia multicanal para fidelizar al cliente

Cualquier departamento de comunicación y marketing profesional sabe que la mejor estrategia para mantener el cliente y conseguir más, es ejecutar una estrategia multicanal de forma periódica: una combinación coherente y coordinada entre redes sociales, e-mail y comunicación física y personalizada a través del marketing offline tradicional. Es precisamente en este último canal, donde no sólo las crisis globales han tenido especial afectación, sino que también lo ha hecho el constante aumento de los precios del papel y de la distribución postal de las comunicaciones que realizamos, tanto por captación como para el mantenimiento de clientes.

Aun así, ahora más que nunca, las empresas sabemos que el cliente debe sentirse parte de la empresa en la que confía, y debemos apostar fuerte por obtener el “engagement” con el cliente, desde las acciones de “inbound marketing”. Por tanto, necesitamos que visite nuestro sitio web, lea los catálogos que le enviamos por correo postal, consulte nuestros blogs, las revistas que suelen enviar, nuestras redes, etc.

¿Pero quién no se ha sentido más interpelado y bien tratado cuando ha recibido una comunicación física dirigida exclusivamente a él? La notoriedad y calidad del impacto que tiene recibir una comunicación personalizada de forma palpable es incomparable a cualquier impacto digital. Por tanto, todo esto no lo hemos, ni lo podemos, obviar. Debemos mantener la comunicación con nuestros clientes en formato papel, a pesar de estos costes más elevados, tanto de imprenta en Barcelona como de distribución postal, que afectan a las tiradas ya la frecuencia de los envíos. Debemos seguir haciendo sentir al cliente como el centro de nuestra empresa, y esto no se consigue con un triste mensaje de texto en el teléfono o un e-mail ofreciéndonos de todo.

Marketing offline y online

Teniendo en cuenta que los precios del papel, los combustibles, los transportes y evidentemente las distribuciones postales, cada vez nos lo hacen más complicado económicamente, en SPM obtenemos gracias al constante contacto con nuestros clientes y con una buena relación con nuestros proveedores (tanto papel o postales) un equilibrio entre las acciones de comunicación digitales y los envíos físicos. 

Segmentamos y hacemos algo de cirugía en las bases de datos para conseguir el mejor resultado en cada acción que realizamos. Y que aquellos clientes, que por importantes, por grandes, por sostenibles o por el motivo que sea, sigan teniendo en sus manos un trozo de nuestra empresa a través de una revista, de un catálogo o de una sencilla comunicación. Una acción que, a pesar de todos los impactos digitales que se reciben a diario (y los que se emiten sin alcanzar ningún impacto), indiscutiblemente genera el impacto de mayor y cualificada calidad.