La búsqueda de un nuevo proveedor dentro del sector de la publicidad directa siempre es una tarea tediosa, a menudo es difícil encontrar información precisa y completa sobre diferentes proveedores de servicios, especialmente si se trata de un servicio muy específico. Siempre es difícil confiar en un nuevo proveedor, especialmente si se ha tenido malas experiencias con proveedores anteriores. Además, si un servicio es crítico para su negocio, puede ser difícil confiar en alguien nuevo para manejarlo. A veces, la gente se siente cómoda con su proveedor actual, incluso si no están completamente satisfechos con el servicio que reciben. Cambiar a un nuevo proveedor puede ser intimidante y requerir esfuerzo adicional.
Una vez decidido el cambio hay que buscar un proveedor que tenga una buena reputación dentro del sector y sobre todo experiencia demostrable. Verificar su historial de campañas de marketing y consultar con otros clientes para conocer su experiencia. Consultar su página web. Una buena website ofrece un grado superior de confianza y es una gran fuente de información.
El nuevo proveedor ha de ofrecer el mejor equilibrio entre precio y calidad, sobre todo si tiene la capacidad para realizar todo el proceso de publicidad directa dentro de sus propias instalaciones. Así se reducen los timings de la campaña además de los transportes de materiales y aumenta exponencialmente la calidad al poder realizar los controles de calidad en un mismo centro pudiendo concentrar la visualización de muestras previas para comprobar y validar su propio trabajo, y, por tanto, pudiendo ofrecer un precio más competitivo, pero justo con la calidad recibida.
En caso de querer personalizar el envío de su campaña, el proveedor, tiene que garantizar la seguridad de la información del cliente. Este nuevo proveedor no solo tiene que ofrecer la firma de contratos de confidencialidad de datos, sino que, además sería un punto a favor que estuviera auditado en seguridad por una empresa externa.
También ha de garantizar un buen análisis de datos para conseguir respuestas adecuadas a las necesidades del cliente y asesorar y guiar hacia movimientos de negocio más inteligentes y operaciones más eficientes.
Y siempre estar dispuesto a acompañar al cliente durante todo el proceso y ayudar en caso de surja cualquier problema o pregunta por parte de este.
Y, por supuesto, y como parte de su responsabilidad social corporativa, tanto nuestros clientes como nuestros proveedores deben hacer todo lo posible para minimizar su impacto en el medio ambiente. Una empresa sostenible es consciente de su huella ambiental y trabaja activamente para reducirla.
Los consumidores y las empresas cada vez estamos más interesados en trabajar con proveedores que demuestren un compromiso real con el medio ambiente. Ser sostenible puede mejorar la reputación de una empresa y atraer a clientes y socios de negocios que valoren la sostenibilidad.